Este castillo del siglo XVIII se encuentra en lo alto del cerro de Santa Catalina, en Jaén, se ha restaurado con buen gusto y conserva sus paredes de piedra enormes y numerosos elementos históricos auténticos.
El Parador de Jaén ofrece a sus huéspedes la posibilidad de viajar en el tiempo al siglo XVIII gracias a su estructura arquitectónica original. El establecimiento cuenta con techos altos y arqueados, vigas de madera y suelos de baldosa preciosos. Además, presenta una decoración singular que armoniza completamente con la estructura histórica del edificio y dispone de muebles de estilo clásico con influencias árabes.
El Parador de Jaén es muy luminoso y alberga una piscina de temporada al aire libre.
El establecimiento alberga un comedor de estilo arábigo donde se sirven platos tradicionales deliciosos, como sopas y ensaladas variadas típicas de la región.