Ubicado en el mismo Monasterio de Sant Salvador, a 510 metros de altura, un enclave estratégico en la historia y hoy en día muy tranquilo y privilegiado dada la cercanía de algunas de las mejores calas de Mallorca.

Dispone de habitaciones y apartamentos cuya decoración se ha efectuado siendo consecuentes con la historia del edificio: techos con bóvedas, colores cálidos y orientados a mar y montaña contemplando a sus pies la isla del parque nacional de Cabrera y los valles de la “serra de llevants”. Todas sus estancias invitan a perderse porque cada rincón está lleno de historia, confort y tranquilidad. Tanto sus espacios exteriores como sus salas comunes donde relajarse, realizar juegos o si fuera necesario poder trabajar. En su restaurante Can Falco 510 podrá degustar unas exquisitas recetas tradicionales de la isla.