Trato excelente por parte de los camareros que nos aconsejaron muy bien. Remarco el pastel de cabracho que estaba exquisito, muy ligero y sabroso. La tarta de queso también nos encantó. Repetiremos sin lugar a dudas.

Una cena de escándalo. Se nota que usan productos de muchísima calidad y por los que estás agradecido de pagar. Un servicio rápido y atento que no defrauda. Eso sí, la reserva es importante porque se llena rápido

Nunca suelo comentar Pero llevé a mi familia con ilusión ya que el año pasado estuve con mi pareja y nos gustó el sitio No pudimos entrar a restaurante pero nos atendieron fuera y comimos de tapas y bien. Ayer estuve con mi familia quiere decir lo primero de todo que el jefe de sala deja mucho que desear gracias al chico moreno que nos atendió hasta el final y un 10 para el muy poca comida para el precio que es. Una pena Que el restaurante es bonito pero el camarero de fuera y el jefe de sala deja mucho que desear

MUY LENTOS !!!!. Fuimos una pareja con un niño pequeño. Pedimos ensaladilla rusa ( muy rica) pastel de cabracho ( exquisito y cremoso) ,pulpo a la brasa ( también muy bueno) y solomillo de vaca para compartir. Los dos primeros entrantes nos los sirvieron rápido, ya que son fríos y no tienen elaboración complicada. El pulpo tardó mucho en ser servido, el solomillo aún más, y estuvimos 40 minutos esperando a que nos trajeran la carta de postres, así es que nos cansamos y pedimos la cuenta. Entramos en el restaurante a las 14:05 y salimos a las 16:05 CANSADOS DE ESPERAR, sin postres, ni café y habiendo tenido que pedir la cuenta varias veces.

Nada de seguridad, no tienen distancia ninguna entre las personas y en estos tiempos que corren no merece la pena ir a estos sitios.