Dando vueltas por el centro de Barcelona encontramos de pura casualidad este local que a priori parecía una trampa para turistas, por lo que nuestras expectativas no eran muy altas. Pero la verdad ha resultado ser uno de esos aciertos de chiripa. Personal muy amable y atento, y con bastante gracia para atender, y tapas muy variadas y ricas. Ofrecen un menú a 12 euros (en terraza son 13.50 como suplemento) con 4 tapas (algunas de las que hay para escoger son bastante grandes), bebida y postre (crema catalana muy buena también). En mi opinión es un precio bastante razonable para ser el centro de Barcelona, y si encima salir con la sensación de comer bien es un gusto, por lo que se pagan sin problema. El local tiene aire acondicionado y, aunque no se esté afuera, conseguimos estar muy a gusto, y cuando el local se vació más, incluso aún más. Por todo ello, merece nuestros elogios

Increíble rincón de tapas en pleno centro de Barcelona. Personal súper atento, buenos precios y comida de calidad. Estoy deseando volver!

No pensábamos que un local tan simple podía ser un tremendo descubrimiento! Hemos pasado un rato genial junto a los camareros (uno en especial). La comida y el concepto está muy guay si quieres algo simple pero bueno. Nos ha gustado mucho el Vermouth y solo por eso el camarero nos reconocerá! Muchas gracias y hasta pronto.

Tiene buena pinta pero no se dejen engañar. La educación brilla por su ausencia. No lo recomiendo a nadie. En particular los camareros no es que cuiden mucho del cliente. Perdieron una familia entera que acababa de entrar por la puerta debido a su falta de educación. Dan pena

El RRPP de la calle para captar clientes muy agresivo y pesado, lo tiene todo para no valer para ese puesto, pero ahí está, ok