Empezaré por lo que me ha gustado: Como es un local popular, no le falta la clientela. Hay un camarero que es el responsable de asignar las mesas a los comensales que acuden sin reserva, por estricto orden de llegada mientras haces cola en un lateral de la entrada. Una vez que te sientas, toman nota de la bebida y de la comida (si ya tienes claro lo que quieres pedir). Sirven muy rápido. La comida no es espectacular, pero está buena. Tienen otro edificio al al lado con mas mesas y la misma cocina, por si prefieres no esperar en la calle por una mesa. Ahora lo que me ha gustado menos: Cómo se trata de servir rápido para atender al mayor número de clientes posibles, te sientes un poco como el ganado. Como tienen prisa para sentar a los siguientes, no se preocupan en la limpieza de mesas y/o sillas, por lo que debes revisar bien antes de sentarte para no mancharte. Es aconsejable que tengas muy claro lo que vas a comer antes de sentarte, porque si te sirven la bebida y no has pedido la comida, será complicado que algún camarero de los que pasan corriendo de un lado para otro se paren a escucharte. Si tienes la "suerte" de conseguir sitio en el patio interior, que en verano es un sitio bastante fresco con solo 2 o 3 mesas, el resto de comensales te ahogaran un poco, no te permitirán comer tranquilo, porque usan esa zona de paso para esperar que los guíen al comedor superior, al trasero o incluso aquellos que se hayan saltado la cola a la entrada pensando que pueden entrar y pillar mesa libre, algo que no debes hacer, porque si no te ha sentado el camarero responsable, que toma nota de la bebida y aparece la mesa nuevamente ocupada, es como si no existieras, dado que JAMAS se acercarán para atenderte. Vimos una familia que después de 40 minutos recriminó a un camarero la falta de atención y éste sin escucharles les contestó "si si enseguida les traigo la cuenta", luego el camarero responsable les invitó a salir y ponerse en la cola anotandolos en el último lugar de la lista para asignarles una mesa, pero aclarando que no tendrían que esperar mucho porque se iban a quedar ya muchas mesas libres a las que había llevado ya la cuenta. Por su ubicación, no es de los más baratos.

Lo primero a destacar es que el sitio es una pasada, precioso. La atención de todo el personal inigualable, muy atentos; yo viaje con mi perro y lo trataron como si fuera uno más (no se consigue en todos los lados). Servicio rápido y ordenado. La comida buenísima. Durante mi estancia en Málaga, fue el sitio elegido para todas las cenas. Nos hicieron sentir como si fuéramos clientes habituales.

Excelente calidad. Precio para ser el centro genial ( lo mismo que una cena en el palo). Recomiendo la ensalada malagueña, la hamburguesa de vaca, las croquetas y las almejas de carril. Repetiré seguro. Trato genial y camareros atentos. Servicio rápido. Local precioso.

No se puede pasar por Málaga sin visitar al menos una vez este local Emblemático y genuino. Lo pintoresco del sitio y la historia de sus paredes son mantenidas en su decoración Además la comida está rica y aconsejan para que no pidas en exceso. A pesar de la limitación horaria y lo masificado por turístico del lugar, la atención fue estupenda y se cumplirán las medidas sanitarias.

Da gusto comer en un sitio bien decorado, con buena música de fondo y donde se respira movimiento en el ambiente. Recomiendo comer dentro, pues a fuera donde hay la gran terraza se pierde la esencia. El servicio es amable y servicial. La comida muy buena, saben jugar con los gustos, saben cómo combinarlos. El producto se nota que es fresco y de calidad, ningún plato me ha parecido peor que otro.