De los mejores bares de Toledo. Relación calidad-precio increíble. No hacen reservas por lo que al llegar hay que esperar cola para sentarse. Normalmente no tardan mucho. Toda la comida está buena, a un precio muy competitivo. Los molletes están en su punto, la patata rellena es excelente, las croquetas también. Todo rico. El personal es muy amable y atento. Con la bebida, siempre sirven patatas y aceitunas. La terraza es muy agradable y se puede ir con tu mascota. Además está en una calle peatonal por lo que no molestan los coches. Tienen calefactores.

Fui a comer con unos amigos y la experiencia fue bastante grata, había bastante cola para entrar cuando llegamos, pero no tardaron nada en servirnos. Nos dieron a elegir entre terraza o dentro y al final comimos dentro. La comida muy rica y el precio ajustado bien a la calidad, hay un plato que se llama costillas al horno que recomiendo estaban muy ricas. El trato por parte del personal muy educado y correcto, no tardaron nada en ponernos nuestra comida y bebida. Es de destacar también que estás comiendo en la misma muralla antigua de la ciudad, que han conservado dentro de la obra del local. Lo recomiendo.

Le preguntamos a una señora (muy amable, por cierto) de algún lugar para desayunar y ella nos indicó. La primera sorpresa fue el local, muy limpio, integrado en la muralla. Agradable hilo musical. Los camareros muy atentos. El desayuno genial, claro ;) Intentaremos coger sitio a la hora de cenar.

Muy bien, aunque el mobiliario un poco incómodo, muy buena la bomba, lo recomiendo.

Un clásico en Toledo... Famosas dos bombas y sus croquetones