Lo mejor de este Hotel sin duda alguna la ubicación y es por ese motivo por lo que lo hemos cogido, hemos cogido la habitación superior que está en la cuarta planta y que es la más grande y la verdad que la habitación merece la pena es muy simple, por ejemplo el baño tiene muchas deficiencias ,muy sencilla pero tiene un balcón con césped artificial que supone un gran desahogo. El hotel es muy sencillo el desayuno es bastante malo teniendo en cuenta de que no tienen comida caliente es decir ni huevos ni bacon ni salchichas solamente tienen comida fría pero aunque pone que está fría no está fría los yogures están templados, los zumos no están fríos el zumo de naranja no vale absolutamente nada la verdad es que en cuanto a la calidad de los productos muy malos. No recomiendo a la gente que vaya en el mes de agosto es un caos los camareros van a lo loco y el servicio quizá no es tan bueno como deberia. No le pongo dos estrellas porque creo que en otra temporada el hotel está bien y aparte es claramente una buena decisión si lo único que quiere es ir a la playa.

Gran variedad de postres, y muy buenos e estado varios días y e probado bastantes y me han encantado

El hotel tiene un restaurante en la planta baja, con terraza en la calle. El servicio es muy amable y atento. Los platos son variados y están muy buenos. Tiene un rape con langostinos en salsa nórdica que está buenísimo.

Mis padres cogieron el COVID 3 días antes de tener previsto su viaje. Les llamaron para avisar de que no se encontraban bien y muy amablemente les cambiaron las fechas sin coste alguno y manteniendo la misma habitación (ático con terraza). Gracias por vuestra humanidad

Un sitio ideal en primera línea de playa y a un paso de visitar el centro de Peñiscola. Me encanta buena atención al público.