Estancia de 3 noches, ideal para desconectar y descansar, muy tranquilo ausencia de ruidos molestos, comida equilibrada y muy rica. El personal, muy eficiente. Repetimos experiencia en 15 días. Recomendable 100x100.

Pedimos cenar con nuestra perrita mini. Nos dicen que podemos cenar en una terraza pero no podemos pedir toda la carta. Pero en una terraza contigua (2 metros separan una mesa de una terraza de la otra) si podríamos comer cualquier cosa de la carta, pero sin la perrita. Lógicamente nos fuimos. No puedo entender que en una terraza puedas pedir toda la carta y en la otra sólo la mitad de la carta.

Hicimos una reserva para comer y por culpa del tráfico tuvimos que avisar de que llegábamos con retraso. Al final fue una hora, pero fueron muy amables y nos sentaron en una mesa sin la obligación de dejarla por cambio de turno. El producto de lo que pedimos era muy bueno y el servicio muy amable. El entorno es de 10.

Hotel con encanto, tranquilo, comfortable, con magníficas vistas al mar -y a una pasarela peatonal-. Tiene parking, y desde ahí se puede pasear: hay un paseo con playas y restaurantes a un lado, y la ciudad de Sant Carles al otro lado La terraza exterior para desayuno es francamente agradable. Hemos cenado en la terraza, bien acondicionada, atendidos por un personal joven y profesional. La cocina, nota media.

Buena comida y servicio en un bonito entorno, tranquilo fuera de temporada un dia laborable. Muy simpáticos los camarer@s. Buena relación calidad precio. El Hotel frente a la playa y la pasarela que lo rodea le dan, junto a la terraza un encanto especial.