El Peor día de mi vida. paramos para hacer un descanso y tomar algo, pedimos un helado y dos raciones de tarta que nos dijeron que eran gloria bendita, pues nada más probar la primera que era de queso nos dimos cuenta que se les olvidó poner azúcar a la receta. Fue lo mas asqueroso que probé en años!! La segunda que era de galleta, estaba algo mejor pero muy lejos de esa rica tarta que nos prometieron. El helado manufacturado fue lo único que cumplió las expectativas. Pues el gran disgusto llego a la hora de pagar…. 24,50€ en total!!! Y aún así el camarero nos dijo entre risas que si queríamos dejar propina. Definitivamente unos sin vergüenzas.

Íbamos de viaje y nos paramos para comer. La camarera pelirroja nos da un papel con lo que hay para elegir del menú ( sin precios) atiende metiéndonos prisa, sin haber apenas gente en el bar. Pedimos menú y deja mucho que desear. El arroz estaba pasado, la carne del segundo estaba dura y casi quemada, el postre, la tarta de queso tenía el nombre solamente.... Los baños estaban regulín por no decir mal... En fin, un desastre.

El lugar está bien pero tienes que saber que pedir como pidas algo que no tenga que ver con la brasa empieza a bajar la calidad. Yo me pedí los macarrones con atún muy secos y sin sabor de segundo los san jacob que eran congelados la guarnición estaba rica. Fui con otras cuatro personas que piensan igual si pides cosas de brasa esta muy rico pero no te salgas de hay en cuanto al precio esta bien

Tiene multitud de platos pre-cocinados que con un golpe de microondas los tendrás calientes para comer bien y barato. Destaca lo rápido que es salir de la A31 sentido Alicante y parar a comer algo, y luego volver a coger la A31. Pocas áreas de servicio son tan tan tan buenas. Tienen leña (siempre encendida) lista para hacer lo que te apetezca. Las camareras son especialmente simpáticas. El menú del día es MUY variado y a buen precio.

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