Pongo dos estrellas porque a pesar de todos los malos tragos, tuvieron algún detalle para intentar remediarlos. (Nos subieron de categoría en la habitación y al quejarme me pusieron media ración de las croquetas que podía comer) Empezaré hablando de su página web donde aunque no puedas cancelar porque según ellos la noche del domingo al lunes se considera fin de semana (debe ser tan alta la ocupación que por eso cierran el restaurante por la noche) te sale la opción de elegir la opción más cara reembolsable en caso de cancelación, aunque no sea posible cancelar. En la habitación vimos hasta tres arañas de tamaño considerable. Para continuar el finde de mi primer aniversario de boda, daré paso a la comida...Pedimos unas croquetas variadas, indiqué varias veces que estaba embarazada, pues de las 8 croquetas menos dos todas vinieron de queso azul cuando según la carta eran variadas. El pescado vino con zonas crudas y las setas frías frías, el servicio era muy lento, mi pareja se tomó la copa de vino ya con el postre de todo lo que habían tardado. Por otro lado se oían gritos de los camareros por dentro, dejando en evidencia su descoordinación. Cuando fuimos a bajar para dejar la llave estuvimos esperando media hora a qué se dignase a aparecer alguien por recepción pero nada al final llamamos a la que estaba poniendo el desayuno que se limitó a coger las llaves y adiós. Una pena los detalles feos que vivimos porque el enclave donde se sitúa transmite paz.

Bueno antes de comenzar, diré que a mi pareja y a mí, nos ha encantado. Todo el equipo ha sido maravilloso pero he de destacar que Ángel super eficaz además de diligente y Antonio el camarero muy agradable y atención buena en los servicios. No entiendo la gente que pone reseñas negativas hacia el personal cuando nadie nos ha mirado con malas caras ni nos ha puesto pegas. La habitación en la que nos hospedamos "tomillo" era muy bonita lo suficiente para pasar estos días ni le hacía falta una pantalla gigante ni el estar el ventanal mirando al aparcamiento ha sido problema alguno. La piscina genial echamos de menos poner los chorritos en el pequeño espacio que tiene dedicado a esta tarea. En definitiva unos días de PAZ y TRANQUILIDAD que necesitabamos . Cuenca a 5-7 minutos . Volveremos

Me casé el 4 de junio en Casita de Cabrejas, siempre supe que era un sitio mágico pero no he podido quedar más contenta. Antonio, es encantador y el servicio de camareros y de cocina no pudo ser más espectacular. La comida increíble. Si volviera a casarme lo haría ahí sin dudarlo. Gracias. Iván y Nati

La comida muy rica, realmente rica. El problema lo tuvimos con la gestión de una comunión que se celebraba a la vez: reservaron el jardín para ellos (de forma que no la pudimos disfrutar, lo que era razonable), pero la mesa de los niños la metieron en la sala con el resto de clientes. En resumen: los de la comunión se quedaron con la terraza y nosotros aguantamos los gritos de sus niños. No parece muy razonable.

El desayuno es un trozo de pan y media loncha de jamon.La habitacion no tenia aire acondicionado que por lo visto se paga aparte aunque para 90 euros la habitacipn es un abuso.La cama se rompio en mitad de la noche.El secador del baño no funcipnba y estaba bastante sucio.Teniamos reservados tres noches y solo aguantamos una.y nos cobraron por cancelar .No se lo recomindo a nadie