Estuvimos ayer cenando en el interior del local y es cierto que no había mucha gente en dicho interior. Sufrimos altas temperaturas, pedimos hasta en dos ocasiones, que por favor bajaran el aire acondicionado porque había 35 grados en el exterior. Nos fuimos después de haber degustado una buena cena y un buen servicio con un camarero atento, pero las condiciones no eran aguantables en el mes de julio. Pongo tres estrellas por lo anteriormente descrito, aunque salimos muy incómodos y con ganas de abandonar el recinto.

Organizamos una cena de 45 personas y tanto la comida como el trato del personal fue exquisito. Ya es la tercera vez que repetimos eventos de este tipo en este restaurante. Además, Mª Jesús, la encargada, siempre estuvo atenta y facilitó todo.

Experiencia malísima, nada de nuestra visita se puede destacar. Han tardado más de 40 minutos en traernos algo de comida, nos han traído los Segundos de otra mesa y luego ya los nuestros que estaban totalmente fríos. Ya decidimos cancelar, pero el trato bastante precario por parte de los camareros. Muchas mesas alrededor estaban teniendo los mismos problemas. Espero que sea algo puntual pero claramente no vendré a comprobarlo.

Muy agradable terraza bien atendida, fresca y sombreada. La cocina es una agradable mezcla de platos cordobeses con toques exóticos, está todo muy rico. Muy buenas las croquetas de puchero y el salmorejo, excepcional la berenjena frita con miel y queso de cabra. Precios realmente ajustados.

Un servicio muy malo. Hemos estado esperando una barbaridad de tiempo entre plato y plato, y hemos visto cómo han servido antes a otras mesas que llegaron después. Estaba lleno de gente, y tampoco hay personal suficiente para atender bien. No repetiremos y no lo recomiendo. Por el mismo precio, hay sitos mejores en Córdoba con un servicio mucho mejor.