maría martín güemes 13/03/2022 Acogedor molino de piedra en un pueblo poco habitado y tranquilo. El personal es sumamente agradable y atento. Como punto negativo hay que recalcar que las paredes del alojamiento no disponen de insonorización por lo que puedes escuchar perfectamente las conversaciones y cualquier tipo de ruido de los vecinos… En definitiva, la intimidad brilla por ausencia, fue un poco complicado descansar por la noche. El hotel estaba vacío y sin embargo, nos alojaron a todas las parejas en habitaciones contigua. El desayuno se va de precio para lo que es.
ele fd 11/02/2022 Muy buena experiencia! Estanis nos informó de todo lo que podíamos visitar. Sin duda muy recomendable y el lugar muy muy bonito.
alberto jáñez villar 13/09/2021 Alojamiento con un patrimonio industrial etnográfico de primera (molino de aceite con una de las ruedas de piedra más grandes) y donde el mayor tesoro son las personas (Estanis es un gran anfitrión). Sí tienes alguna duda sobre qué plan hacer no dudes en preguntarle. Es un buen asesor y gestor turístico. Las instalaciones son austeras. No esperes grandes lujos ni cosas superfluas como la TV. La habitación tiene lo justo para descansar de forma confortable y pasar el día fuera disfrutando del Delta del Ebro o de la Sierra. Los desayunos son algo caros para lo que ofrecen. Hay dos modalidades: Dulce (6€) - con zumo natural de fruta sorpresa, tostada con mermelada casera, café con una degustación de coca artesana - o Salado (8€) - con tostada con tomate, dos porciones de buen queso tierno de cabra, tres rodajas finísimas de salchichón, tres de chorizo y tres de longaniza (butifarra). Tampoco hay mucha más posibilidad de desayuno en el pueblo. El alojamiento no cuenta con aparcamiento y la calle es muy estrecha. Hay que dejar el coche al comienzo de la calle donde esta es más ancha.