Buena comida y buen precio, el pollo asado muy bueno, y el trato genial ??

Comida muy abundante, y muy rica los precios super baratos, trato muy bueno. Hemos ido con dos niños y se han puesto las botas. Recomendado los garbanzos y la carne de cabra

Comida aceptable. Relación calidad/precio acertada. Personal simpático y atendimiento rápido. Comedor sosito. Me olvidaba: recomiendo el postre de galletas.

Lo primero: entras y nadie te atiende, nadie te dice donde sentarte. Tras unos minutos esperando decidimos preguntar a la camarera y sin tan siquiera mirarnos nos dijo que nos sentásemos “por ahí”. La mesa (al igual que los vasos) estaba sucia. Antes de atendernos se pusieron a recoger otras mesas vacías y a atender a gente que había llegado más tarde. Tardaron 15 minutos en venir a nuestra mesa y no trajeron menú, tampoco había código QR en las mesas. La camarera que nos atendió cantó el menú con prisa y gran dejadez, sin decirnos ni los precios ni de si se trataba de un entrante o de un primero. Pedimos unas chuletas y estaban completamente secas e insípidas. Teníamos vista a la cocina y parecía muy poco higiénica. El pan parecía de plástico. El personal pésimo, una falta total de respeto al sector hostelero. NO SE LO RECOMIENDO A NADIE.

Llegue y pedí una mesa y la camarera ya muy mal encarada me dice que van a tardar mucho, le preguntó si puede ser en terraza y me dice q están ocupadas, y no había nadie, entonces me dijo q esperase. Espere un buen rato y no salió hasta q llegó otra mesa de gente de la isla y le pidió una mesa fuera entonces salió a prepararlas. Le digo donde me siento y me dice, vas a comer, y le dije, si, te olvidaste de mi, ya te lo dije antes, y me contesto toda borde q no se olvidó q tienen mucha gente. Me siento y llega otra mesa y se sientan una mesa a cada lado q llegó las tarde. Va a atender a una y le dice que pidan rapidito q va cerrar la cocina, vuelve y hace lo mismo con la otra mesa, se va les pone los servicios y le digo, perdona, me vas a atender, y me contesta si, claro, pero sino quieres esperar ya te puedes ir. Y así fue, estoy arrepentida de no haber ido a la barra y preguntar por los dueños y darle las quejas.