Para mi sorpresa en Salamanca el parador no se encuentra en un edificio histórico, sino en uno actual, cosa que no me desagrada. Muy fácil acceder a él y cerca de la zona histórica con unas vistas impresionantes. Habitación y baño muy amplios, lo que menos me gustó fue que la cama fuese de 1,50 y no mas ancha dada la amplitud del dormitorio, incluso los interruptores de luz y enchufes pienso que estaban pensados para cama de 2,00. La decoración clásica pero no tanto como suele ser en paradores. En el baño encontré que tanto el inodoro como el bidet, a pesar de estar suspendidos, estaban colocados demasiado bajos. El restaurante bien como suele ser en Paradores.

Lo mejor de este Parador no son las vistas de la ciudad de Salamanca, que las tiene. O lo amplias y cómodas que son sus habitaciones, que lo son. Lo espectacular de este hotel es el personal que trabaja en él. Por motivos de trabajo he estado alojada en él muchas veces durante más de año y medio y tengo que decir que son todos unos grandes profesionales que te cuidan y están pendientes siempre de todo detalle para que tu estancia allí sea lo más agradable posible. Os quiero dar las gracias por vuestra ayuda, por todo vuestro cariño y simpatía y por haber sido mi familia durante todo este tiempo que he estado fuera de casa. Sois todos maravillosos. Que sepáis que os echo de menos y espero ir a veros pronto. ¡Cuidaros mucho y un beso grande!

El Parador es espectacular. Como siempre, no decepciona. La comida inmejorable, la atención fenomenal, realmente lo pasamos muy bien. El único detalle es que fuimos a principios de abril y ya había comenzado a subir las temperaturas pero aún no era posible usar el aire acondicionado y hubo momentos con muchísimo calor en la habitación. Fuera de ese detalle, cinco estrellas, como siempre con los Paradores.

Muy profesional el personal. Restaurante de calidad.

Ubicado en uno de los sitios más bonitos de la ciudad