Decidimos comer aquí a pesar de tener varias reseñas negativas porque los platos nos parecieron interesantes. El restaurante es algo más caro que uno normal, pero no lo es más que los de la zona, y más teniendo en cuenta que está a dos pasos de la catedral de Santiago. La señora que atiende nos dio un buen servicio y se preocupó porque todo estuviera bien, a pesar de que llegamos a la última mesa libre y había muchísima gente comiendo. La comida es de buena calidad y lo esperado por el precio. En la carta tienen fotos de todos los platos, lo cual ayuda a escoger. Servicio rápido. Recomendable para comer platos combinados y algo de marisco, teniendo en cuenta que no es una marisquería y no se debería esperar que sirvan el marisco de la máxima calidad.

Hemos dado con él por casualidad, pero nos ha gustado. Es un sitio muy tranquilo, con buenos menus y a buen precio. Buena ubicación, muy cerca de la catedral.

Servicio y trato al cliente pésimo. Fuimos a tomar algo, pedimos una ración y una botella de vino y no les pareció suficiente, por lo que nos echaron de malas formas e intentaron que pagasemos la botella de vino que ni habíamos probado. No lo recomendamos para nada, por la zona hay muchos sitios con mejor producto y trato al cliente.

Buen sitio para comer y cenar . Buena atencion. Precio aceptable. Sitio típico de Santiago

Pedimos para beber y para comer y tardaron mucho. Le dijimos si iban a tardar mucho y nos dijeron que si no queríamos esperar que nos fuéramos y nos cobraron por tres cañas y un refresco 12,50€. Son unos ladrones!!