Tras tener formalizado y firmado con el complejo y el señor Pedro el contrato para la celebración de una boda el día 3 del septiembre, el día 1 de julio nos comunica nuevas condiciones que debemos de cumplir, condiciones que eran y son inviables para cualquier ser humano con dos dedos de frente (te casas a las 19:00 y a las 19:45 te OBLIGA a estar allí dentro y sentados). Por su parte incapaces de admitir que dicha condición es inviable y carece de sentido, poca profesionalidad, poca vergüenza y sobretodo poca empatía hacía el cliente. Esta visto, que lo único que les motiva es el dinero puesto que la prueba si la tuvimos que pagar y para eso si que no tuvo ningún problema. Ademas, si no eres el evento principal del lugar, tu opinión e interés pasa al último plano. No aconsejamos ni siquiera ir a pedir información, es una pérdida de tiempo.

Un sitio muy bonito en el que solo merece la pena eso, el lugar en el que se encuentra. Tuvimos una jubilación en la que NADIE (65 personas) quedo contento ni con la comida ni con la bebida. 38,5 euros de menú de picoteo en el cual los platos, aparte de insulsos, eran mas que escasos. Al igual que los tipos y marcas de bebidas. Para no volver.

Comida muy rica. Los camareros muy amables y simpáticos. Un servicio muy bueno. Ninguna espera innecesaria entre platos. Para personas con alergia o intolerancias te modifican el menú sin incremento de precio por adaptar los platos. Y lo hacen con la misma calidad que el resto de menús que ofertan. La terraza de las copas muy agradable y bonita con plantas ,una fachada de hiedra ..Las copas muy bien preparadas. Y calidad precio muy buena. 35 euros el menú que elegimos y copas 7 euros.

Un lugar majestuoso y fascinante para pasar un agradable rato con la familia y disfrutar de eventos tan íntimos como bodas, comuniones... El trato por parte del personal es más que exquisito, pues te tratan entre algodones. En calidad y precio muy recomendable. Uno de los platos que mejor sensación causó entre los invitados, fue la paletilla deshuesada... Era de una calidad y una testura que para el paladar era como una fiesta.

Amplió y muy bien cuidado. Restaurante en una Casona muy bonita con amplios salones, terrazas y carpa. Cenamos muy buen y siempre con posiblidad de respetar las distancias de seguridad.