Recomendados fuimos a este restaurante que ha resultado ser magnífico. A pesar del calor tórrido, el interior era a la par fresco y acogedor. Calidad-precio excelente, la atención muy cercana y las comandas muy rápidas. Volveremos si tenemos la oportunidad.

El camarero no puede ser más desagradable. Le pregunto si puedo sentarme para tomarme una Coca Cola con 3 mesas llenas en la terraza y 10 personas. Sin mirarme a la cara me dice que está cerrado y que abren a las 19 horas. Desde luego que no vengo aquí, ni a las 19 ni ningún otro día… Lo más gracioso, es que NO han cerrado y se han sentado 3 mesas más y les están sirviendo bebidas. Menuda vergüenza sobre la respuesta no es cierto, ya que el mismo camarero que me dijo que no, al rato, como había una boda, servisteis a los que iban a la boda que era a las 18 horas, y yo cogí con mi compañera y nos sentamos en unas sillas vuestras en una pared y el camarero me miró y no se dignó ni a venir a decirme nada, asi que...no, no cuela.

Está situada en un enclave con vistas preciosas de Toledo. Las mollejas y la cecina que tomamos deliciosas. Los camareros muy buenos profesionales y atentos todo el tiempo. No reservan mesa pero son rápidos en darte una. Es de los sitios especialmente recomendados y no te debes perder.

Sitio genial para cenar. Los platos son para compartir. Pedimos bravas, sepia, presa ibérica encebollada y los calamares a la romana y nos fuimos muy saciados. De postre la tarta de queso estaba muy buena. Queremos destacar la atención de los camareros pero especial la de Jesús, que nos atendió excelente, muy cercado y tuvo el detalle especial de darle unas chuches a la más pequeña de la casa, sin duda un sitio más que recomendable. Por mas personas como Jesús.

En un día lluvioso, bajo sus sombrillas y al calor de las estufas... así ha sido hoy. Pero también con sol, frío o calor el embrujo no defrauda. El calamar de potera, sus pescados y carnes, las mollejas. Todo rico, rico... dejad hueco para el postre.