Camareros con poca s ganas de trabajar desde el minuto uno. Nos dijeron que no había de nada para comer de todo lo que escogíamos y cenamos unos nachos y unas bravas porque todo lo otro no había. Nos estuvieron presionando que la cocina se cerraba a las 8:30 y a las 9 empezó a llegar gente y les sirvieron toda la comida que quisieron. Tardarán más de 20’ en servir la comida. Una muy mala experiencia viendo la cantidad de bares que hay en la ciudad, creo que se tienen que poner las pilas un poco o vetar el negocio si no quieren trabajar.

Me siento en una mesa para comer y me obligan a levantarme como si yo hubiese hecho algo mal. Me dicen que tengo que hablar con una compañera de una camarera no sé para qué. No había cartel de reservado ni nada relacionado. Desde cuándo un cliente tiene que ir a pedir permiso o hablar con nadie para sentarse y consumir? Desde cuándo un hueso va al perro? Yo me disponía a comer y gastar mi dinero en vuestro restaurante. Me voy al restaurante de al lado que no me tratan como algo raro. Una vergüenza de servicio, nunca me han tratado de una manera tan vulgar en un establecimiento. Hay muchos sitios cercanos dónde comer, no hay por qué ir a este lugar. Sí ven sombrillas azules, no sé acerquen.

Todo perfecto. Fuimos a comer y desde la chica que nos atendió en la barra, hasta los camareros que nos sirvieron la comida un trato amable y simpáticos. El menú buenísimo y la relación calidad precio fenomenal. Volveremos sin dudarlo. Con gente así, da gusto salir a comer fuera de casa.

Hemos comido 4 personas en la terraza y nuestro perro. Yo he comido paella valenciana con pollo y conejo de primero y de segundo calamares. De postre Quesada. Todo muy bueno

Excelente comida. Carta limitada, pero por la misma razón, excelente en calidad y cantidad. Servicio perfecto: ni más, ni menos. Rápidos, correctos y serviciales. Muy recomendable.