josé gomez fernández 28/01/2019 Muy bien cuidado todo el entorno aunque hay unos palets que podían quitarlo
clásico 09/06/2018 Es una fortaleza medieval defensiva de la Edad Media de la que se conservan tramos del perímetro de muralla y dependencias interiores. En las laderas del Castillo de Montejícar se se conservan restos de muros de una fortificación íbera, datada entre los siglos IV y II antes de Cristo. Los restos de la muralla ciclópea contienen piedras de gran tamaño. Esta fortaleza fronteriza debió estar formada por varios recintos, a juzgar por los restos de murallas que se han conservado. El núcleo principal, el castillo propiamente dicho, ocupaba la parte superior del cerro y estaba formado, a su vez, al menos por dos recintos, quedando escasos restos de ambos. Del recinto superior perduran restos de dos torreones de mampostería, uno al NW y otro al E, así como trozos de muros al E, N y W. En el centro del recinto hay indicios de restos de muros de hormigón de cal que dan idea de la ubicación de un posible aljibe. Está enterrado y no presenta restos de bóveda. Al S se sitúa una gran torre de mampostería, de dimensiones 9,30 x 7,35 metros, siguiendo los lados mayores de la orientación N-S, levantada en época nazarí, con claras muestras de haberse adosado a otros muros construidos anteriormente, quizás almohades. Conserva una altura aproximada de 5 metros. En el recinto de cota inferior, situado al E del anterior, sólo quedan partes de un grueso muro, construido con grandes mampuestos en época ibérica y que fue utilizado en tiempos medievales. A más bajo nivel de este último, se aprecian restos de otro muro, sensiblemente paralelo al anterior y que podría corresponder al poblamiento que se asentaba en la ladera de este cerro. En toda esta pendiente ladera se encuentra gran cantidad de cerámica iberorromana y medieval. Por último, se han encontrado restos de un muro de mampostería formando ángulo o quizás parte de una torre, junto al barranco del río Guadahortuna, antes de su entrada en la actual población de Montejícar, quizás correspondiente al límite NE de la muralla que rodearía la población, perteneciente a un posible tercer recinto. La torre principal de la fortaleza se encuentra en mal estado de conservación, presenta grandes grietas verticales al N y S y está socavada su base en varios puntos, sobre todo en la cara W, dejando grandes huecos en su encuentro con la anterior muralla, en sus caras N y E. También se observa vegetación en su cara W. El posible aljibe, que se encuentra próximo a la cara N de esta torre, está enterrado en las tierras de relleno y, por tanto, sería fácil comprobar su existencia. El resto de las murallas se encuentran muy enrasadas con el terreno, estando las ubicadas en la ladera E como muro de contención de las tierras de relleno.