Merece la pena visitar esta capilla y conocer su historia. La guia que me atendió super amable, me contó muchas curiosidades.

Bonita capilla con unos espectaculares frescos en sus techos. Los frescos representan imágenes de pasajes de la Biblia, con ellos Luis Lucena quería dar a entender que tanto él como su familia eran cristianos ya que provenían de una familia judeoconversa. El lugar es pequeño ya que es la única capilla que queda en pie de una antigua iglesia. La chica que nos atendió muy agradable nos dio una explicación sobre la historia de la misma muy interesante. Además puede subirse a una pequeña sala por una estrecha escalera de caracol que brinda unas vistas espectaculares de los frescos desde una perspectiva muy cercana. Merece la pena la visita y la subida por esa estrecha escalera. Visita muy recomendable si visitáis Guadalajara. No os vayáis sin verla.

Un euro la entrada. Contiene frescos y restos de otras iglesias de la ciudad, acompañado por las explicaciones de la guía.

Edificio histórico con una arquitectura peculiar. Su interior no es tan interesante, pero las explicaciones que dio la chica que estaba esta mañana sí lo fueron y mucho, porque te ayudan a entender cómo afectó a la ciudad la profusión de espacios de uso religioso y su desamortización.

Una auténtica joya del Renacimiento a pesar de su pequeño tamaño. En el interior hay paneles que explican con detalle el origen de la capilla, su programa iconográfico y los avatares históricos de la misma y de otras dos iglesias relacionadas con ella. A destacar las explicaciones de la chica que vende las entradas y hace de guía. Sus conocimientos y entusiasmo por el lugar y el patrimonio cultural de Guadalajara son contagiosos. Nosotros volveremos :)