Te llevan y traen con embarcación muy bien. Charla sobre mejillones y ostras. Degustación de los mejillones y ostras. Buena calidad. Bebida de cava o vino algo escaso por el calor de agosto. Pero en resumen bien y vale la pena.

Esta bien la experiencia, pero para hacerla una vez y hasta. El Paseo en barco es un traslado de cinco minutos. Si alguien busca paseo, no es el sitio. La explicación bien. Agradable e ilustrativa. La cata de mejillón, escasa y cara. 12€ por un platito de mejillón, es abusivo, teniendo en cuenta que estas donde los crían sin intermediario alguno y la preparación es cocerlos con agua y el producto cuesta 2 € el kilo. Si tuvieran un precio racional si volvería, pero así una vez y no más.

Precioso lugar, volvería a repetir. Te llevan en una lancha hasta el restaurante que sólo se puede acceder en barco ya que está en el mar. Te explican cómo se cultivan los mejillones y ostras, y para acabar un plato de mejillones y tres ostras. Muy bueno todo. Las vistas son preciosas, para mi ha sido una experiencia muy buena.

CARÍSIMO. El sitio tiene encanto, pero la comida es muy justa. La explicación ha durado 15 minutos escasos. La degustación de ostras buenas, los mejillones con poco sabor. Ahora el menú, el pulpo salado y un arroz con poca gracia (aunque gambas muy buenas) y el “postre” con pinta industrial. El máximo ha sido pagar casi 30 euros por un vino que vale una tercera parte, 3 euros por un cortado y 1,5 por un pan que ni hemos pedido, por no hablar de los 9 euros por persona por el transporte. Hemos venido por las buenas críticas pero distan mucho de la realidad. No volveremos.

Venden que la visita es de 1 hora y media y apenas dura 45 minutos. La explicación sobre el cultivo de ostra y mejillón es muy breve. No merece la pena. En cualquier restaurante de la zona puedes comer el producto.