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Antequera

 

Palacio De Los Marqueses De Villadarias

Calle Lucena, 35, Antequera
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42 / 5
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Opiniones

09/06/2021

Es un edificio restaurado, con viviendas privadas. Solo puede verse el patio. Hay también un alojamiento turístico.

11/02/2019

es un lugar muy a ojeador se está bien

12/03/2018

En la ciudd de Antequera, las obras del Palacio del Marqués de Villadarias se iniciaron hacia el año 1711. El panel general de fachada responde a unas proporciones poco habituales en la arquitectura palacial antequerana, y el elemento que más destaca en ella es la monumental portada de tres cuerpos realizada en caliza roja de El Torcal, que es, sin duda, la obra de mayor empeño en su género de las que se levantaron en la ciudad. El interior del Palacio del Marqués de Villadarias es de una magnificencia acorde con la monumental portada. El 15 de octubre de 2013, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía acuerda inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de monumento, el Palacio del Marqués de Villadarias.

07/11/2017

Te trasporta al pasado. Se ve por dónde entraba el carruaje de la marquesa y la escalera de acceso a la vivienda. No sé si se puede visitar por dentro, sería una pena. Si pasáis por Antequera, no dejéis de visitala.

02/12/2015

El Palacio de los Marqueses de Villadarias, popularmente conocido como “Casa de las Columnas”, es uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura civil y doméstica de Antequera del siglo XVIII. El edificio, de estilo barroco aunque con elementos neoclásicos relacionados con los proyectos arquitectónicos de corte borbónico que en la época se realizaban en Madrid, presenta un estilo innovador en la trayectoria de la arquitectura civil antequerana. Destaca por la concepción de su fachada con una portada principal de dimensiones inusuales que avanza sobre la calzada flanqueada por grandes columnas realizadas con los materiales locales característicos de El Torcal y del Cerro de la Cruz, y por la disposición central del balcón, un elemento exponencial de su jerarquía social, oligárquica y dominante, con la inclusión de los escudos heráldicos, una forma de traducir el binomio arquitectura y representatividad del poder que se exterioriza en la calle, signo urbano que mejor define a la sociedad del siglo XVIII. En el palacio también es de resaltar la riqueza de sus espacios, como el bellísimo patio principal, de planta cuadrangular y con columnas toscanas de piedra en la planta baja, la escalera, cubierta con cúpula sobre pechinas y decorada con yeserías de influencia granadina, o la rejería, de gran calidad artística y técnica, realizada entre los siglos XVIII y XIX.


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