Es un lugar interesante por su ubicación. La visita me pareció decepcionante porque pensaba que íbamos a ver cómo funciona el faro. Nada más lejos de la realidad; todo se limitó a ver una representación en bronce de las rocas marinas, por cierto, excelentemente lograda, junto al efecto que el oleaje produce en ellas, con una combinación de efectos sonoros y visuales muy bien lograda.

Bonito paseo, había bastante oleaje y el barco te hacer a al peine de los vientos para verlo desde otra perspectiva. Lastima que en la isla uno de los caminos que la rodea siga cerrado 4 años después y todavía no lo arreglan

Visita obligada, la isla es pequeña pero el viaje desde el puerto y tener vistas de la bahía desde una perspectiva distinta merecen la pena. Tiene zona de merendero amplia para poder pasar la tarde allí si hace buen tiempo e incluso una pequeña playa para darte un baño si te apetece.

Buen sitio para cruzar en barco.Isla con faro incluido dónde las familias van a pasar el día muy recomendable. Merece la pena la excursión en barco con recorrido por la playa para terminar en la isla. En la isla hay una pequeña playita y un bar para tomar algo. Para ver Donostia desde otra perspectiva que sin ir no lo puedes apreciar.

Un sitio perfecto para pasar el día!!! Desde el barquito para llegar, el bar donde tomar algo cuando llegas, las vistas espectaculares, la subida al faro con sus mesas donde poder comer a la sombra de los árboles y los accesos al mar en el muelle donde poder darte un baño... Perfecto!!!