Situado en el n° 41 de la calle Purisima, este edificio de estilo renacentista fue construido a finales del siglo XVI en pleno centro de la Villa Vieja, en la antigua Calle Mayor. En su fachada destacan unas singulares arcadas, que forman una entrada a modo de claustro y un curioso reloj de sol, de finales del s. XVIII. En un principio, el edificio servia de almacén para la contratación y venta de trigo, comercio de vital importancia durante el medievo. Más tarde, se convertiria en Casa de la Villa, centro del poder politico que era donde se reunian los regidores de la localidad (conocidos como jurats y justicies). Sus estrechas salas servian de lugar de reunion al Consejo, y tambien como archivo, prisión y lugar de reunion y de trabajo para los cargos administrativos de la época. Ya en el siglo XX sirvió como escuela unitaria, lo que se denominaba entonces de Escuela de Primeras Letras y Academia de Bachillerato. Lo mas destacable del interior, es que aqui se conserva una máquina para mondar almendras, inventada y patentada por el industrial local Silvestre Ivars, que obtuvo un gran éxito en los años 30 del siglo pasado.